Un abogado litigante conjunta actividades estratégicas frente a un caso, que le permite determinar la versión de los hechos que sostendrá en juicio, y la manera más eficiente y eficaz de presentar persuasivamente, las argumentaciones y evidencias que la acreditan.
En un juicio siempre litigamos sobre dos dimensiones. Los hechos del caso particular y el derecho aplicable . La conjunción de estas dimensiones reclama una clave ordenadora y una narrativa adecuada. Esto se logra con trabajo previo, con análisis de la información y con capacidad técnica.